
Cómo nace mi pasión por dar clases de Yoga
Desde muy jovencita me ha interesado la belleza, el bienestar y la salud. La vida me fue llevando de lo exterior a lo interior.
Comencé como peluquera, por la cabeza, luego podología, a los pies y luego me dediqué a los masajes corporales.
Fueron pasando los años y el yoga llegó para llevarme hacia adentro. Solo tenía preguntas y mi gran maestra Natalia me invita a que busque respuestas en el Ashram de Cestona.
Ahí hice mi primera formación en Sanatana Dharma, en 2012 y me desperté. Descubrí un mundo nuevo y encontré las respuestas a mis preguntas.
Como por arte de magia brotó en mí esta pasión por dedicarme a dar clases de yoga.
Descubro el Anusara
En 2014, a mis 48 años, conozco a mi prima Isabel (cosas que nos ocurren a los emigrantes hijos de emigrantes) y me habla de Anusara.
Esta metodología de yoga tántrico, que aúna el alineamiento del cuerpo físico con la dulzura del corazón y quien mejor que Gisela para llevarme hasta ahí.
Desde entonces he realizado y continuó haciendo muchos talleres y formaciones para profundizar en la anatomía y la biomecánica. Dos temas que me apasionan y me enseñan cómo todo está unido y que cada acción tiene su repercusión.
Disfruto profundamente impartiendo clases y la magia continúa cada vez que veo en mis alumnos esa expresión de alegría cuando superan un desafío en sus asanas o sus semblantes serenos después de la relajación.
Yoga Aéreo y Energías
En 2018 hice la formación de yoga aéreo porque me parecía divertido. Realmente lo es, aunque es mucho más que eso. Me lleva a estar presente y cuidando de mí, de la estabilidad y a estar en mi centro corporal durante toda la práctica.
De manera consciente o inconsciente eso se vuelve un hábito.
En el columpio vuelvo a la niñez, me río, vuelo, doy volteretas y, además de los muchos beneficios que aporta a nivel orgánico, me siento más alta y joven.
A la par de mis formaciones de yoga también he descubierto el mundo energético, el reiki, la aromaterapia, los masajes con aceites, con piedras calientes y frías, el trabajo con péndulos e imanes, el ayurveda; todas técnicas que están íntimamente ligadas al sentir y manifestar la vida desde la salud tanto física como energética.
Importancia del yoga en mi vida
Siento que debo disfrutar el regalo de la vida y celebrarlo. Estar en equilibrio, en mi centro, ocuparme de mí misma con responsabilidad y alegría, para poder ofrecer mis dones.
Me siento muy afortunada de hacer lo que me apasiona y recibir el afecto de mis alumnos. Me gusta creer en la magia y ver cómo ocurre en mi vida, en la naturaleza. Dejarme cautivar por la magia de la vida.